Groenlandia, un vasto territorio autónomo bajo el Reino de Dinamarca, está a punto de transformar su conectividad internacional con la inauguración de un nuevo aeropuerto en Nuuk, su capital. Esta nueva infraestructura de turismo en Groenlandia permitirá el aterrizaje de aviones más grandes y facilitará vuelos directos desde Europa y Estados Unidos, abriendo un camino hacia una mayor accesibilidad y crecimiento económico.
Groenlandia, cubierto por una espesa capa de hielo y con una población escasa, tiene una capital que alberga a solo 18.000 personas. Nuuk, ubicada en la costa suroeste, es una ciudad pintoresca que combina modernos apartamentos con coloridas cabañas de madera, todas con vistas a un amplio fiordo marino. Actualmente, los vuelos internacionales son limitados, ya que los aviones pequeños de hélice, con capacidad para 35 pasajeros, operan desde una pista de aterrizaje asfaltada en la ciudad.
Para volar al extranjero, los viajeros deben primero tomar un avión a Kangerlussuaq, a 319 km al norte, donde se encuentra uno de los pocos aeropuertos de Groenlandia capaces de recibir aviones grandes. Esta ciudad, construida durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos, junto con Narsarsuaq en el sur, es una de las pocas zonas donde se pueden aterrizar grandes aeronaves. Sin embargo, a finales de noviembre, Nuuk verá aterrizar por primera vez aviones de mayor tamaño gracias a una nueva pista más larga y una moderna terminal.
Una nueva era para Nuuk
Jens Lauridsen, director ejecutivo de Greenland Airports, comenta que la apertura de este nuevo aeropuerto será un “gran cambio” para la ciudad. “Estoy seguro de que veremos un incremento significativo en el turismo y varios cambios”, dice Lauridsen. El 28 de noviembre, se inaugurará el primer vuelo directo desde Copenhague, transportando más de 300 pasajeros, y para el próximo verano, United Airlines iniciará vuelos desde Nueva York. Esto posicionará a Nuuk como el principal centro de conexión para el resto de Groenlandia.
“Nos hemos sentido aislados del resto del mundo, y ahora nos vamos a abrir”, señala un joven residente de Nuuk, emocionado por la posibilidad de viajar a otros países.
Además de Nuuk, Groenlandia planea expandir su red aérea. En 2026, se abrirá un segundo aeropuerto internacional en Ilulissat, un popular destino turístico famoso por sus enormes icebergs. Un tercer aeropuerto regional será inaugurado en Qaqortoq, la ciudad más grande del sur del país.
Impacto en la conectividad y economía
El director de Air Greenland, Jacob Nitter Sorensen, asegura que la apertura del aeropuerto internacional de Nuuk reducirá el tiempo de viaje y los costos operativos. Esto se traducirá en tarifas de vuelos más accesibles, lo que podría incentivar nuevas rutas hacia Europa y América, además de aumentar la demanda y las inversiones en nuevos aviones.
La competencia en el mercado de vuelos aumentará, ya que aerolíneas internacionales de gran tamaño estarán muy interesadas en ofrecer servicios hacia Groenlandia. Lauridsen destaca que los vuelos desde la costa este de los Estados Unidos y Europa tendrán una duración similar de unas cuatro horas, lo que hace que Nuuk se convierta en un punto de conexión estratégico.
La construcción de la nueva pista del aeropuerto implicó limpiar y nivelar seis millones de metros cúbicos de roca, y se instalaron tecnologías avanzadas para permitir aterrizajes en condiciones meteorológicas extremas, comunes en la ciudad. Sin embargo, los trabajos no estuvieron exentos de desafíos, incluyendo el alto costo de explosivos tras la guerra en Ucrania.
El costo total de los tres aeropuertos supera los 800 millones de dólares, financiados en parte por Dinamarca, que proporcionó préstamos a tasas atractivas, tras los intentos de inversionistas chinos de participar en el proyecto.
Transformación social y comercial
El desarrollo de la infraestructura aeroportuaria no está exento de controversia. Si bien hay un amplio apoyo, algunos habitantes de Nuuk, como Karen Motzfeldt, se muestran preocupados por el ruido de los aviones y el impacto ambiental de los grandes proyectos. Sin embargo, muchos residentes, como Maren-Louise Paulsen Kristensen, copropietaria de un hostal local, ven con optimismo el potencial turístico que traerá la mejora de la conectividad.
El turismo, de hecho, se espera que sea uno de los mayores beneficiarios de estas nuevas infraestructuras. El año pasado, el número de visitantes a Groenlandia aumentó un 36,5% en comparación con 2022, y con la apertura de nuevos vuelos, las autoridades esperan que estas cifras sigan creciendo.
Naaja Nathanielsen, Ministra de Negocios y Comercio de Groenlandia, cree que estos nuevos aeropuertos serán clave para diversificar la economía de la isla, que depende en gran medida de la pesca y del sector público. Además, la mejora en la conectividad facilitará la exportación de productos y permitirá mayores importaciones, lo que beneficiará tanto a los consumidores como a los productores locales.
Dentro de este panorama, algunas empresas ya están aprovechando las nuevas oportunidades. Polar Seafoods, una empresa local que exporta mariscos, ha comenzado a probar el transporte aéreo de productos frescos, lo que les permitirá ofrecer un servicio más eficiente a mercados internacionales.
Retos y expectativas de futuro
Aunque las perspectivas son prometedoras, el rápido crecimiento del turismo plantea desafíos. Maren-Louise Paulsen Kristensen advierte sobre el peligro de “desarrollar el turismo demasiado rápido”, citando los ejemplos de Islandia. El gobierno de Groenlandia está tomando medidas para gestionar este crecimiento de manera sostenible, con la implementación de nuevas leyes que buscan equilibrar el desarrollo con la protección del entorno natural.
En definitiva, los nuevos aeropuertos de Groenlandia representan una oportunidad histórica para transformar la economía local, conectar el país con el mundo y abrir sus puertas al turismo. Si bien este desarrollo traerá cambios, también marcará el comienzo de una nueva era para el país, en la que la conectividad será clave para su futuro crecimiento.
Comments